jueves, 15 de mayo de 2014

UNA EDUCACIÓN ENVIDIABLE



Hacia el Oberbaumbrucker
Una de las cosas que más me ha sorprendido de esta ciudad es la civilizada convivencia entre peatones, ciclistas, coches, buses, trenes, tranvías y metros. En los siete días que estuve en la interesante y atractiva capital alemana no vi un solo atasco. ¿Los políticos españoles no conocerán Berlín? me pregunto.. Todos, no sólo los políticos, tenemos mucho que aprender de esta forma de transitar por la ciudad respetándose los unos a los otros; cada cual por el espacio que tiene reservado, ya sean bicis o peatones o cualquier otro elemento móvil que transite por la ciudad. En el metro, de cuando en cuando entra una persona con su bicicleta y la coloca de forma que no moleste a nadie, aunque es posible que nadie se sienta incómodo por la presencia de una bicicleta; en más de una ocasión vimos cómo alguien salía por la puerta más lejana a su ubicación para que unos ciclistas no se tuvieran que molestar en mover sus bicicletas.l En los metros berlineses, al igual que en los de Madrid, hay mucha gente washapeando, algunos hablando, pero... imposible cotillear; hablan tan bajito que ni siquiera puedes saber si hablan en alemán o en otra lengua. En los restaurantes uno puede disfrutar de su conversación sin que los comentarios de los de la mesa de al lado se te metan en la sopa.
Margarita en el U-2 observando al personal

Cierto que para el extranjero que llega por primera vez a la ciudad de Berlín no es muy fácil manejarse con el complejo sistema de comunicaciones que disfrutan los berlineses; es necesario un poco de interés y un mucho de información para al igual que los ciudadanos poder beneficiarse de la amplia y variada red de transportes de la ciudad. En la mayoría de las estaciones de metro no hay oficinas de información ni folletos explicativos de la red de líneas de metro. Nosotros sólo vimos una y de pura casualidad en la S+U Zoologischer Garten. Es totalmente recomendable ir allí y coger algunos de los folletos gratuitos que hay o incluso gastarse algún euro en los planos que traen mapas de metro con letras visibles para los que ya empezamos a padecer cierta presbicia. Internet también es un modo fácil de buscar la forma de trasladarse de un lado a otro y, para los amantes de la bici, Berlín es un paraíso; desde excursiones organizadas para conocer la ciudad a ritmo de pedal, hasta alquiler de bicicletas en varios puntos de la ciudad. Una gozada!

No hay comentarios:

Publicar un comentario