martes, 27 de mayo de 2014

2014: Un año para el recuerdo

Ha sido pura casualidad, pero sucede que 2014 es un año muy señalado para visitar la capital de Alemania. Hace 100 años estalló la Primera Guerra Mundial, hace 75 que comenzó la Segunda Guerra Mundial y el Muro se derrumbó hace ahora un cuarto de siglo; es decir, 25 años. Todas estas conmemoraciones recuerdan hechos que han afectado a muchas naciones y que han hecho perder la vida a setenta y siete millones de personas. No es para olvidar.

Desde que conocí a Peter y a Sabine y descubrí el lado más amable e interesante del ciudadano alemán, empecé a interesarme cada vez más por su historia. Este año he leído varios libros, novelas sobre todo, cuyos argumentos se desarrollan en el marco de las dos guerras mundiales. Me tentaba mucho visitar los lugares que habían sido protagonistas en aquella época. Es verdad que de la mayor parte de ellos solo sobrevivió el lugar o, como mucho ruinas de lo que había sido. Con todo y con eso, los alemanes han sabido reconstruir su país y, sobre todo han querido llenar la ciudad de memoriales, para que nadie olvide lo que pasó.


Estos son los lugares relacionados con ese período y que uno no debe dejar de ver en Berlín:

                                                         


1- La Puerta de Brandenburgo (Brandenburg Tor, en alemán).           Situada en tierra de nadie cuando el Muro separaba a las dos Alemanias, Brandenburg Tor es hoy todo un símbolo, no sólo de Berlín, donde se encuentra ubicada, sino también de toda  Alemania. Durante la desunificación nadie podía atravesarla, a excepción de algunos invitados por la DDR (República Democrática Alemana).
Nada que ver con la imagen de la izquierda, en donde dos ciudadanos en bicicleta se disponen a atravesar la mitificada puerta. (Parisier Platz. Metro: S-Unter den Linden)








2- Monumento al Holocausto (Holocaust-Mahnmal). Las 2711 piezas de piedra, diseñadas por el estadounidense Peter Eisenman invitan a la reflexión. Paseando por ellas uno se puede imaginar la opresión que sentían los judíos. En la Raum der Namen se detallan los nombres de los judíos asesinados en los campos de la muerte. (Cora-Berliner Strasse, 1. Metro: S-Unter den Linden)








3- East Side Gallery. La galería de pintura más larga del mundo. En 1990, 118 artistas se adueñaron de los 1.300 metros de largo que ocupa este trozo de muro y plasmaron en él sus ideas a base de críticas pinceladas. (Mühlenstrasse, 45-80. Metro: U-Schlesiches Tor).






4 - Topografía del Terror (Topographie des Terrors). En estos terrenos se alzó, hasta 1945, el cuartel general del Tercer Reich (Gestapo, servicios secretos, Waffen SS). Restaurados en 1987, sus cimientos repletos de salas subterráneas acogen un centro de documentación muy visual que condena el nazismo y la deportación. (Niederkirchnerstrasse,8. Metro: U-Kochstrasse)



 5 - Memorial al Muro de Berlín (Gedenkstätte Berliner Mauer). Jóvenes de hoy observan las imágenes de aquello que perdieron la vida intentando traspasar la zona de seguridad del muro. Paneles audiovisuales, afloramientos de hormigón atravesados por metal oxidado, retratos de quienes fallecieron al intentar huir... Bernauer Strasse 111 (Metro: U-Bernauer Strasse)


6 - El puente de los espías (Glienicke Brücke). Situado a la entrada de la ciudad de Postdam, a 20 kms. de Berlín. El puente de los espías fue testigo de algunos de los más importantes intercambios de agentes secretos durante la guerra fría. Capitalismo y comunismo se citaron aquí por primera vez el 10 de febrero de 1962, cuando el piloto norteamericano Francis Gary Powers, y el espía, también norteamericano, Frederic Pryor, fueron canjeados por el agente del KGB, Rudolf Abel, quien había facilitado con sus informaciones los primeros ensayos atómicos soviéticos. ( Coger S1 hasta Wansee, y allí el bus 316 hasta la última parada que el Glienicke Brücke)


7 - El Palacio de Cecilienhof.  Una vez allí, podemos visitar la histórica vivienda donde entre el 17 de julio y el 2 de agosto de 1945 se celebró la famosa Conferencia de Postdam. El palacio que era la residencia del Príncipe Guillermo de Prusia y su esposa la princesa Cecilia de Mecklemburgo, acogió durante esos días a los líderes de la Gran Alianza: Churchill, Stalin y Truman para decidir el futuro de Alemania. Entre otras cosas se definió el plan de las 4 D: desnazificación, desmilitarización, descartelización (abolición de los carteles económicos germanos) y democratización. Este plan debía ser la base de la reconstrucción de Alemania. En esta visita, además de las habitaciones privadas de los príncipes, se puede acceder a la sala donde tuvo lugar la histórica conferencia y escuchar a través de un audioguía lo más destacado de aquel acontecimiento. Cómo llegar: Desde el Puente de los Espías hasta Cecilienhof hay un bucólico paseo de veinte minutos.


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